Sin embargo, el modelo TMC ha demostrado ser altamente efectivo en comparación con otros modelos, centrándose en los aspectos metacognitivos. Como dicen Hjemdal y otros: '(...) las creencias metacognitivas tienen un papel crucial que intensifica la experiencia aversiva de la preocupación y su valor de amenaza. Los pacientes con TAG utilizan estrategias de control metacognitivas paradójicas o incompatibles que reducen su exposición a las experiencias de autocontrol y/o contribuyen a los casos de control deficiente". (Hjemdal et al., 2013) Un estudio publicado en 2018 por Open BJPsych, muestra que tanto la TCC como el TMC eran tratamientos efectivos, pero que el modelo TMC era más efectivo y conducía a tasas de recuperación significativamente más altas (65% para el TCM y 38% para el TCC clásico). Estas diferencias se mantuvieron a los dos años de seguimiento. (Nordahl et al., 2018) Debemos tener en cuenta que la mayor eficacia de la terapia cognitiva clásica frente al tratamiento farmacológico para el trastorno de ansiedad social (por ejemplo, la paroxetina), ya se conocía y se ha constatado en muchos estudios. Los hallazgos muestran que la terapia cognitiva es superior a los ensayos con paroxetina y placebos, pero que únicamente la terapia cognitiva no es más eficiente que la combinación de la terapia y la paroxetina. (Nordahl, Vogel, Morken, Stiles, Sandvik & Wells, 2016).
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): El modelo de terapia TMC ha demostrado ser efectivo como una forma de tratamiento y una intervención psicosocial viable para el TDAH. Hoy en día es bien sabido que el TDAH, que antes se pensaba que era exclusivamente un trastorno infantil, suele persistir en la edad adulta, afectando aproximadamente al 4% de la población adulta de los Estados Unidos y generando un deterioro significativo en el funcionamiento académico, ocupacional, social y emocional. Vemos una gráfica comparativa entre la terapia TCM y la terapia de apoyo estándar para el TDAH (Solanto et al., 2013):